Los regalos hechos a mano para San Valentín son una buena forma de sorprender a nuestra pareja. Los ingredientes son sencillos: tiempo, dedicación e imaginación.
Una tarjeta de felicitación es un buen regalo hecho por uno mismo para San Valentín. Si no somos diestros en el arte de dibujar, podemos buscar una foto especial y utilizarla como portada. Si disponemos de la tecnología necesaria, podemos retocar dicha fotografía por ordenador, sino, en vez de pegarla sin más podemos recortar nuestra silueta quitando el fondo. Dentro de la postal, podemos escribir un poema de San Valentín, pero en ocasiones resulta más sentido recordar una anécdota o escribir una pequeña declaración de intenciones.
Otra opción que implica más tiempo podría ser estampar una camiseta. Pero por favor os pedimos, huid de las tiendas de fotocopias que lo máximo que os harán es estampar una foto en una camiseta de mala calidad que después de dos lavados ya no pareceréis vosotros. Además, para que queremos que nuestra pareja haga de portafotos andante. En vez de esto, os proponemos que mediante pintura de serigrafía, estampéis una camiseta con un bonito diseño.
Seguiremos aportando nuevas ideas de regalos hechos a mano para San Valentín en breve.