La decoración de interiores evoluciona con la misma rapidez que la moda. Por ello, tan pronto «se lleva» el estilo rústico como el limpio y rectilíneo estilo internacional, que hoy pasa por los más moderno de lo moderno. Todo es cíclico, ya que de lo contrario las grandes empresas y los decoradores engrosarían las largas filas del paro.
Así pues, los «creadores» de tendencias se vanaglorian de gusto y modernidad cuando generalmente lo que hacen es desempolvar estilos y modas en desuso. Los mismos creadores que las habían creado, las denostaban cuando se volvían populares, en el sentido estricto de la palabra. Tras épocas de rotunda hegemonía, modas, materiales, adornos o tendencias se veían despreciadas por las élites que habían cambiado por otras ya inventadas y también, pero olvidadas.
El Movimiento Moderno y el Estilo Internacional, las líneas simples, la austeridad de la decoración, la lucha contra el barroquismo y los adornos omnipresentes tiene más de cien años y ya ha sido olvidada y recuperada varías veces. Arquitectos como F.Lloyd Wright, Alvar Aalto, Richard Neutra o Le Corbusier, popularizadores desde los años 30 de esta forma de concebir los espacios y la decoración, habían bebido de las fuentes de la escuela de la Bauhaus de Gropius y Van der Rohe.
En los 60 un estilo con el plástico como material central llego incluso a las altas esferas destronando a los muebles de maderas nobles. Películas como la temprana Mon Oncle ( Mí Tío) de Jacques Tati o la La Naranja Mecánica muestran en los años 50 y 70 muebles y decoración que son muy parecidas a las actuales aunque, bien es cierto, desde el rechazo y la admiración, respectivamente.
Como los materiales, también los colores para pintar nuestras casas han cambiado a lo largo de los años. Han pasado del honrado e higiénico encalado blanco a los colorines vivos, alegres y disparatados. Entre medio tuvimos gotelé y hoy, lo último de lo último son los tonos oscuros, grises, metalizados y marrones. La justificación para los unos y los otros se encuentra, ya sea por los creadores inspirados o por los clientes atemorizados. Tan pronto dan luminosidad como elegancia, forman espacio conviviales o separan espacios, can ambientes personales o transmiten buenas vibraciones.
Por Cala Goliznar para blogregalos.com
Pros
Facilidad para la limpieza y el lavado.
Se ponen y retiran con facilidad. Material ignifugo, otros simulan la piedra el corcho o la madera.
Resistencia al sol.
Posibilidad de combinar con el color de las paredes creando ambientes y efectos.
Contras
Evidentemente es un poco más costoso que la pintura.