Decoración de interiores, la dictadura de la moda y «el papel» del cliente.

La decoración de interiores evoluciona con la misma rapidez que la moda. Por ello, tan pronto «se lleva» el estilo rústico como el limpio y rectilíneo estilo internacional, que hoy pasa por los más moderno de lo moderno. Todo es cíclico, ya que de lo contrario las grandes empresas y los decoradores engrosarían las largas filas del paro.

Nuevos papeles pintados, nuevas modas y materiales. De Barbara Becker.
Nuevos papeles pintados, nuevas modas y materiales. De Barbara Becker.

Así pues, los «creadores» de tendencias se vanaglorian de gusto y modernidad cuando generalmente lo que hacen es desempolvar estilos y modas en desuso. Los mismos creadores que las habían creado, las denostaban cuando se volvían populares, en el sentido estricto de la palabra. Tras épocas de rotunda hegemonía, modas, materiales, adornos o tendencias se veían despreciadas por las élites que habían cambiado por otras ya inventadas y también, pero olvidadas.

El Movimiento Moderno y el Estilo Internacional, las líneas simples, la austeridad de la decoración, la lucha contra el barroquismo y los adornos omnipresentes tiene más de cien años y ya ha sido olvidada y recuperada varías veces. Arquitectos como F.Lloyd Wright, Alvar Aalto, Richard Neutra o Le Corbusier, popularizadores desde los años 30 de esta forma de concebir los espacios y la decoración, habían bebido de las fuentes de la escuela de la Bauhaus de Gropius y Van der Rohe.

En los 60 un estilo con el plástico como material central llego incluso a las altas esferas destronando a los muebles de maderas nobles. Películas como la temprana Mon Oncle ( Mí Tío) de Jacques Tati o la La Naranja Mecánica muestran en los años 50 y 70 muebles y decoración que son muy parecidas a las actuales aunque, bien es cierto, desde el rechazo y la admiración, respectivamente.

Como los materiales, también los colores para pintar nuestras casas han cambiado a lo largo de los años. Han pasado del honrado e higiénico encalado blanco a los colorines vivos, alegres y disparatados. Entre medio tuvimos gotelé y hoy, lo último de lo último son los tonos oscuros, grises, metalizados y marrones. La justificación para los unos y los otros se encuentra, ya sea por los creadores inspirados o por los clientes atemorizados. Tan pronto dan luminosidad como elegancia, forman espacio conviviales o separan espacios, can ambientes personales o transmiten buenas vibraciones.

Otro ejemplo de todo ello es el papel pintado, usado para cubrir muros. Cumbre del mal gusto para los ojos de los años 90 y de la primera década del siglo actual, el papel pintado decoró las casas de nuestros padres y fue inseparable de las casas de los años 60, 70 y 80. Arrancado salvajemente después, vuelve hoy por la puerta grande, nuevamente encumbrado. Ya no suele ocupar todas las paredes, sino que se reserva ciertos muros, usándose para resaltar o suavizar el tinte de las paredes. A veces cubre pilares o vigas, recubre armarios o encuadra muebles o camas.
Papel pintado demla finlandesa Marimekko, la herencia de Aalto.
Papel pintado demla finlandesa Marimekko, la herencia de Aalto.
Nuevos papeles decorativos.

Los “papeles” de hoy son mejores y más diversos que antaño, más mullidos, lavables, en relieve, simulando piedra madera, cuero, corcho. Marcas como la finlandesa Marimekko o la alemana Barbara Becker,- que diseña para diversas firmas-, crean diseños modernos, alegres y originales. Nada que ver con el papel pintado de las películas del desarrollismo de los 60 y 70. Ya no huele a rancio, ya la humedad no se incrusta en tejidos infusos, ni el sudor áspero de los trabajadores tiñe las paredes humildes. Hoy somos modernos, hoy somos ricos.
El papel pintado vuelve a nuestras casas como bien dicen las mentes pensantes, pero si entra en sus casas no debería ser por lo que diga una revista de tendencia ni, por supuesto, por que lo diga blogregalos.com. La decoración de interiores, la decoración en sí, se encuentra al alcance de cualquiera que desee organizar el espacio en el que vive. Y ese debe ser el principal objetivo, el único fin, conseguir que un espacio en el que pasamos buena parte de nuestra vida se adapte a nuestros gustos y necesidades.
Caer en la tentación de adecuarnos a la visión de los demás puede ser un grave error. Más aún cuando esos “otros” delegan sus opiniones en reputados gurús cuya palabra sólo dura el tiempo que se paga. Tanto en la organización y la decoración como en el resto de decisiones de nuestra vida deberíamos ser más conscientes y hacernos más preguntas.
De las preguntas deberían salir respuestas, respuestas útiles para nosotros y, al final, para la sociedad.
De ahí la importancia del papel, de nuestro papel.

Por Cala Goliznar para blogregalos.com

Papel Zethos de Young. El papel se vuelve "moderno".
Papel Zethos de Young. El papel se vuelve "moderno".

Pros

Facilidad para la limpieza y el lavado.

Se ponen y retiran con facilidad. Material ignifugo, otros simulan la piedra el corcho o la madera.

Resistencia al sol.

Posibilidad de combinar con el color de las paredes creando ambientes y efectos.

Contras

Evidentemente es un poco más costoso que la pintura.

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