El semáforo está rojo, pero los motores ya rugen, los técnicos han salido de la pista, sólo quedan en ella los vehículos estilizados, con sus carrocerías nuevas, impolutos, dispuestos a comerse los kilómetros en busca de la bandera de cuadros que marcará el éxito para unos, el fracaso para la mayoría. Los Maclaren, los Renault, los Lotus, los Toro Rosso y los Red Bull, todos dispuestos a lanzarse a más de 300 km/h.
Pero si hay una marca y unos vehículos que dominan la escena mediática, ganen o no esa marca, ese vehículo es el Ferrari. Il cavallino rampante, la marca mítica de Italia es un ejemplo de marketing exitoso. Su costosa inversión en el mundo de la Formula 1 le permite mantener un aura de lujo y de calidad tecnológica que luego reviste sus vehículos comerciales. La venta de todo tipo de productos asociados, el merchandising, hace que su presencia en la sociedad sea mucho mayor vendiendo apenas unos miles de coches al año en todo el planeta. Algo inimaginable cuando existen otras marcas como Ferrari obliga en el contrato de venta a revender el coche a la casa, de forma obligatoria, lo que impide que extinta un mercado de segunda mano, o que la gente se deshaga de los coches por los vaivenes de ella moda. La fidelidad es obligatoria, a cambio, un estatus particular para el cliente y la ventas aseguradas durante años para la empresa. La lista de espera es larga y no vale tener el dinero, Ferrari pide más que dinero, pide clase, estatus, diferencia…
Tal vez por todo ello el mundo del motor, la Formula 1 es tan popular.. Para el común de los mortales quedan las camisetas, los pósters, las gorras, las reproducciones, las carreras, y el campeonato está a punto de comenzar…
Y para los más animados si se atreven, es posible alquilar un Ferrari y conducirlo durante, al menos, unas horas.
Para San Valentin no creo que ninguno de nuestros lectores pueda regalar a su pareja un Ferrari, si lo hacen no dejen de escribirnos, pero sí que pueden regalar, una gorra o un cochecito de juguete, eso sí. No será muy original, pero a los tifosi les encantará. Y todo visitando la tienda de Ferrari en Internet. No dejen de echarle un vistazo
El semáforo se pone amarillo, los motores rugen de nuevo, más alto si sabe, el ruido es ensordecedor, la tensión se palma, los caballos de vapor se encabritan bajo el capot…. y …. verde…………..
Pros
Puede comprar todo menos un bólido Ferrari
Contras
No puede comprar el F-150…