En su 40 aniversario, Moon boot nos hace un bonito regalo. Ya no es necesario ir a esquiar para poder calzar unas botas tan especiales, puesto que han salido las Moon boot para ciudad.
Cuando el 29 de julio de 1969 Neil Armstrong pisó la luna, dio también un gran paso para las generaciones de esquiadores: un año después los jóvenes de esa época calzaban sus botas de astronauta, extasiados, dejando en la nieve las mismas huellas ovaladas que había dejado Armstrong en el polvo gris de la luna. Y extasiados, porque estos après-skis de nylon, más acolchados y mullidos que un edredón, herméticos y antideslizantes, ofrecían un confort inaudito para la época. Los amantes del esquí saben bien lo que es sentir ese placer de meter los pies dentro de una Moon boot, con ese relleno blandito después de haberlo sacado, con esfuerzo, helado, de unas botas de esquí. El resultado fue un éxito comercial mundial. Desde 1970, el fabricante italiano Tecnica ha vendido 22 millones de pares de botas Moon boot de las que no se diferencia el pie izquierdo del derecho, y de sólo tres tamaños (peaqueño, medio y grande).
Sin embargo, el lado negativo de las famosas Moon boot era que eran insoportables en la ciudad: incómodas para conducir por su anchura, demasiado calientes en los interiores, y demasiado colorida para poder pegar con cualquier indumentaria de calle. Pero este problema se terminó diez años después, adaptándose a la calle y haciéndose más cómodas. Así vivieron su edad de oro en los años 80 convirtiéndose en un icono de esa generación.
Para celebrar en 2010 sus 40 años, las Moon boot se han renovado para convertirse en unas botas más de calle: han cambiado de look y han sido sometidas a un verdadero «lifting». Mantienen más o menos su diseño espacial y su confort en el interior, pero pasan a tener una forma más anatómica, más adaptada al pie, con un pie derecho y un pie izquierdo y un número para cada tamaño. Y su aspecto exterior también ha cambiado: en la colección invierno 2010-2011 encontramos botas Moon Boot mucho más finas y «elegantes» y coquetas. Son de ante, o de nylon con un toque de barniz muy moderno. Y hay múltiples colores. Y está la versión clásica, también modernizada en versión glamour, acolchada, vestida de oro o de plata o imitando la piel de cocodrilo. Pero no hay que preocuparse porque las nuevas versiones de la Moon boot siguen siendo tan calentitas, mullidas, ligeras y antideslizantes. Un regalo ideal para este invierno, para no pasar frío y presumir de un modelo de bota con historia.
Pros.
Diseño retro y moderno a la vez.
Forma anatómica.
Calientes, ligeras y antideslizantes.
Diferentes materiales a elegir: ante, nylon…
Diferentes colores a elegir: rojo, naranja, verde…
Contras.
El precio es más o menos el que tienen las botas hoy en día.
Las de diseño clásico son un poco menos cómodas que las de ciudad.