La Navidad, Nochevieja y Reyes son fiestas pensadas para que los más pequeños de la casa disfruten mucho, pero los adultos también pueden aprovechar estas fechas para desmadrarse un poco y hacer regalos pícaros. La lencería siempre tiene éxito ya que gusta tanto a los hombres como a las mujeres. Evidentemente no todos tenemos el físico de los modelos que muestran esas elaboradas y diminutas ropas destinadas a los momentos más íntimos. Por suerte no somos como las y los modelos, ya que en estos tiempos que corren la moda tiende a una peligrosa anorexia. Saludaremos la abundancia y la diversidad natural que huye de las siliconas y demás plásticos. Cada uno es como es y debe disfrutar siéndolo. Con todo, la lencería anima y amolda nuestras carnes, vigorosas, frescas o ya maduras. De la misma forma que debemos aceptarnos como somos, nada nos impide embellecernos, acicalarnos y despendolarnos en estas fechas y, en general, en todo el año.

Por todo esto, nos permitirnos recordarles que las marcas de lencería y los grandes almacenes se encargan de surtirnos con abundantes y variadas prendas íntimas. El modelo, el estilo, el atrevimiento o el clasicismo queda en sus manos, o en las de su pareja. Los encajes y los lacitos para quienes gusten, las transparencias, la licra, el cuero o incluso el látex, para quien se atreva, quien quiera innovar o innovarse.

Como en botica la elección es casi infinita. Los precios que antes podían ser prohibitivos se han popularizado al perder la seda y el raso su preponderancia. Hoy todo el mundo puede lucir la lencería más novedosa y atrevida, desde las jóvenes veinteañeras a las abuelas y, por supuesto, los hombres, que tras épocas de tabúes se han decidido a portar lencería masculina para ser aún más atractivos para sus parejas.

Hoy la ropa íntima es accesible, popular, bonita y cómoda, por ello no duden en experimentar con prendas diferentes a las típicas braguitas y slips. Los corsés, los tops, y una infinidad de aditamentos harán que el aspecto de las mujeres cambien radicalmente. Por su puesto sin olvidar las medias, uno de los inventos eróticos más grandes de la humanidad. Estamos hablando de las medias, las de verdad las que terminan entorno al muslo y que se sujetan con soltura o gracias a ligas, ligueros y demás fantasias, otros de los grades inventos de la industria textil. Los hombres, más discretos deberán contentarse con slips, boxers de línea más agraciada que los calzones que llevaban nuestros abuelos, que parecían sacados de un western…

Así que atrevánse y arriesguen con colores, tejidos, formas y maneras, todo con tal de gustar y gustarnos y de disfrutar de nuestras más personales fantasias.

Dicho esto corremos un tupido velo y mandamos a los niños a dormir.

Pros

Salpimentar nuestras relaciones íntimas, nuestra forma de vestir en el día a día con lencería bonita y cómoda debería ser casi obligado.

El precio ya no es un obstáculo. Ni las tallas, ya que las hay para todos y todas.

La barrera hombre mujer también ha caído.

No es necesario hacer los encargos a París, todas las ciudades y grandes almacenes cuentan con sus tiendas y secciones de lencería. Y además está Internet, cómodo, seguro y discreto.

Contras

Cuidado con las tallas si compra su lencería por Internet. Las buenas páginas cuentan con baremos exactos.

Para los sujetadores, corpiños, etc… no olviden señoras, que una cosa en la talla de pecho y otra bien distinta la copa. Sigan las intrusiones para escoger la talla que más resalte sus belleza.