Las Navidades han sido fechas muy vinculadas a la familia y en el hemisferio norte al frío, la nieve y la lluvia. Nuestros amigos de Chile, Argentina y Uruguay, en cambio, disfrutan del verano austral en estas fechas tan señaladas. Tal vez, acordándonos de ellos, lo que les proponemos hoy es un regalo original y revolucionario, un regalo que hará olvidar el frío, el estrés y la ciudad.

Hoy en día, la familia, por suerte a veces, no está tan presente en la vida de las personas. O si quiere, tenemos la posibilidad de compartir con ellos una parte de nuestras vacaciones y días de asueto, pero también buscamos salir de nuestro ambiente durante un tiempo. En todo caso, ya sea por elección, por obligación o por otro motivo, muchas personas desean embarcarse en viajes marítimos durante la Navidad y los meses de invierno. Los cruceros se han popularizado y ofrecen viajes adaptados a los gustos y necesidades de todo el mundo, ¡incluido el de las familias! ¿Por qué no celebrar la Navidad en un crucero por el Mediterráneo o embarcarse en las nevadas calle de Nueva York para después pasar fin de año en las islas Bermudas, en una playa azul turquesa.

Destinos como Venecia, Croacia, Malta, Grecia, Marruecos, Canarias y Madeira son habituales en el sur de Europa. En América el Patagonia y Tierra del Fuego en Argentina y el Caribe. Hawai y Polinesia en el Pacifico, y Mauricio, la Reunión, Madagascar, las Maldivas y las Seychelles en el Indico son los destinos más apetecibles  en los meses que van de noviembre a marzo.

Pasar la Navidad en un crucero significa olvidarse del hotel, todo está incluido (o casi todo, cuidado con la letra pequeña) y del coche, disfrutar de un buque lleno de actividades en familia, con amigos, con nuestra pareja o buscándola. Y cada mañana un puerto diferente, un país diferente, u mundo diferente de color, sabor y agradable tiempo. Las frutas y los sones del Caribe, los fiordos del sur de Argentina y sus glaciares e icebergs, la historia de Venecia, Catania o Dubrovnik, las sempiternas playas graníticas de las Seychelles o el recuerdo de Gauguin en Papeete en la Polinesia francesa….

Respecto a los precios y los puertos de salida, los hay para todos los gustos y bolsillo, como los tipos de cruceros, que van de los de solteros a los familiares y para jubilados. En América los principales puertos de embarque son Nueva York, Miami y Fort Lauderdale, Los Ángeles y Buenos Aires.

En Europa tenemos Barcelona, Málaga, Cádiz, Vigo y Bilbao en España, Lisboa en Portugal, Venecia en Italia y Marsella en Francia.

Para llegar a los puertos de embarque o arribada, los paquetes suelen incluir las conexiones en avión.
En cuanto a los elementos a tener en cuenta antes de decidirse, piense que a pesar de la gran diversidad de cruceros se trata de un viaje organizado y con las limitaciones de viajar en un inmenso hotel flotante, inmenso pero rodeado por el mar y con las limitaciones propias de un barco.

Pros.

Un viaje organizado pero al mismo tiempo con bastante libertad.
Se viaja en un hotel flotante, visitando cada día una ciudad o un país diferente.
Multitud de actividades voluntarias, piscinas y áreas de tranquilo reposo.
Precios para todos los gustos, así como la duración, desde 4 días a más de un mes.
Posibilidad de realizar un crucero transoceánico y después volver en avión.

Contras.

Avisa a navegantes: Si se marea o tiene miedo al mar no elija este tipo de viajes.
Si es claustrofóbico, escoja un camarote en una cubierta elevada y con vistas al mar. La mayoría de los camarotes no tiene ventanas (escotillas).
Compruebe que las conexiones aéreas están incluida y vigile los extras.