Regalar una estrella por San Valentín, un sol de regalo

regalos-originales-estrellas-solesSan Valentín se acerca y los enamorados enloquecen a medida que llega el 14 de febrero. Enloquecen porque le amor les ciega, y enloquecen por la primavera que se adelanta este año. Así, las feromonas cumplen su función y los enamorados se lanzan a comprar regalos cada vez más increíbles y desaforados. Ni la crisis puede con ellos, porque lo que les presentamos hoy es un regalo de talla, de talla planetaria. Sí, sí, señores y señoras se trata, nada más y nada menos de regalar una estrella. No un planeta, una estrella. Y todo por la bagatela de 73 euros.

Una avezada empresa ha decidido poner en venta buena parte de las más de 8.000 estrellas visibles simple vista desde la tierra y algunas de las más de 200 mil millones, es decir 200.000.000.000, que tirando por lo bajo orlan nuestran galaxia. Sí, se calcula que en la Vía Láctea hay entre 200 mil y 400 mil millones de estrellas. Así pues, no tendrá problema para comprarse una.

La empresa en cuestión acompaña el certificado de propiedad con garantías de autenticidad, un mapa e indicaciones para reconocer su estrella entre las otras. Además se certifica que ninguna otra empresa venderá la misma estrella.

Amor ciego, ¿regale una estrella?

El único problema es que la validez legal de tal compra no es prístina como la luz de un sol. Sólo la Unión Astronómica Internacional, -que agrupa a las Sociedades Astronómicas de 67 países a los astrofísicos más importantes del mundo- puede dar nombre a las estrellas y sólo sus nombres son reconocidos de forma internacional. La mayoría poseen nombres relacionados con el sistema solar al que pertenecen o simplemente una serie de letras y números. En cuanto a la propiedad, ellas no pertenencen a nadie, y sigiendo la mayoría de derechos nacionales, deberíamo ir a nuestro sol, y permanecer en el durante un cierto tiempo para poder abrogarnos la propiedad. Ambas cosas son, cuando menos, complicadas.

La ciencia ficción ha desarrollado el dilema sobre la propiedad de los objetos celestes. Esta idea aparece, por ejemplo, en la novela de Robert A. Heinlein, Forastero en tierra extraña. A la venta de estrellas se une la de parcelas de la luna, por ejemplo. En cualquier caso, debe quedar claro que la propiedad no estará garantizada, sino que se trata de algo más bien simbólico. Suponemos que el derecho terrestre no es aceptado por las civilizaciones, o las babosas gigantes, que se ocultan más allá de la puerta de Tannhäusser, pero también creemos que a nuestros locos enamorados, todo esto no les importará mucho.

Un regalo original y extraterrestre

Así pues, si desean regalar o regalarse un sol completo, con sus millones de kilómetros y explosiones nucleares que calientan toda una zona del universo, no lo dude y pinche en el enlace que aparece más abajo. Ahora que ya está informado la decisión es suya.


Pros

No creemos que podamos ofrecerles ningún regalo más original que éste.
Precio asequible cuando pensamos en un regalo que es cientos de veces el tamaño de la tierra.
Con tal regalo, uno puede otorgarse cualquier título imaginable, Preboste de CoRoT-7, Almirante de los ocho continentes de Internalia 4, o Emperador Supremo del Sistema Sorôncias.

Contras.
La validez de los títulos de propiedad puede ser contestada cuando los hombrecillos grises, o los Antiguos, reclamen u ocupen de facto su pequeño sistema solar.

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