Hoy en día, mucha gente prefiere una opción de decoración donde conviva lo clásico con lo moderno, les gusta que en las paredes de sus casas cuelguen los cuadros de toda la vida, pero dejan paso también a nuevas formas de decoración. Como los vinilos decorativos, que tan de moda están últimamente, los papeles pintados o los stickers -que son esas pegatinas fáciles de poner y quitar sobre superficies lisas-.

Pero hay una nueva opción, los fotomurales -similares a los papeles pintados y a los trípticos- que son fotografías de gran tamaño de ciudades, paisajes o naturaleza que suelen ocupar toda una pared. Verdaderas maravillas que podemos ver últimamente en bares o restaurantes de diseño y que parecen lejos de nuestro alcance. Pero la buena noticia es que ya podemos acceder a ellos y ver nuestra casa decorada con fotografías espectaculares de alta calidad que quedan de maravilla en cualquier habitación. Y que pueden ser el regalo perfecto para estas Navidades o para cualquier otro momento del año.

Hay fotomurales sencillos y a la vez grandiosos que representan flores, y que tienen la ventaja de que se pueden combinar con los tonos del color de las paredes de la habitación. Fotosmurales de gerberas, por ejemplo, en las que el blando de los pétalos de la flor abarcan gran parte de la pared, pero que tienen en el centro el corazón de un color violeta muy bonito que puede hacer juego con el color lavanda de las paredes. Destaca también el fotomural de otras flores que parece que están en 3D y que le confiere a la habitación donde se encuentra una gran potencia y luminosidad. Fotos de azucenas, rosas, nenúfares, calas, margaritas con un fondo neutro, constituyen una idea de decoración ideal cuando se quiere hacer algo bonito, pero sin estridencias.

Otra idea para decorar un salón o una habitación son los fotomurales de animales salvajes, un primer plano del rostro de un león o un tigre o los cuerpos rayados de dos cebras, y siempre escogiendo el blanco y negro o el sepia para no recargar demasiado la habitación, y no quitar visibilidad a los muebles. O tal vez la imagen de dos pingüinos paseando por una playa de arena blanca con el fondo azul del cielo, que quedaría muy bien en una habitación donde domine el blanco, para así dejar que sea el azul el que destaque.

Pero hay otra opción para aquellos que no quieren ocupar toda la pared con una imagen gigante: son los mini murales, que son pequeños fotomurales que últimamente están haciendo furor en el mercado. En los mini murales también existen diferentes estilos y variedades, como en los formatos gigantes: desde paisajes urbanos (como el Puente de Brooklin de Nueva York o la Torre Eiffel de París) hasta paisajes naturales -playas paradisíacas, dunas o bosques-, etc.

Evidentemente, los fotomurales o los mini murales pueden personalizarse con fotos propias o fotos sacadas de internet que el usuario puede elegir. Están hechos en papel tejido no-tejido, que es lo mejor que hay en el en mercado, ya que se compone por una capa de papel y una cubierta plastificada, lo que lo hace resistente y lavable.

No olviden que, si cuentan con un espacio más reducido, deben optar por murales más sencillos y luminosos: los temas naturales siempre dan más vida y luminosidad que los temas urbanos. Estos últimos quedan mejor en las zonas más espaciosas, donde puedan verse perfectamente y que ningún mueble le quite protagonismo.

Poner un mural en nuestra casa es como darle vida al espacio, sin tener que renovar los muebles o pintar. Le proponemos pues, desde blogregalos.com que, en Navidad, en un cumpleaños o en otra ocasión especial, elija uno de estas fotomurales como regalo si realmente quiere sorprender al agasajado y ofrecerle algo bonito y original.

Pros.
Regalo original y espectacular.
Imágenes de alta calidad, conseguida con el papel tejido-no tejido, que es un material apropiado para cocinas y baños.

Contras.
Antes eran bastante caros, pero ahora, poco a poco, han ido bajando de precio.